Manuel Clouthier, su lugar en la historia
“Mi lucha no es para que creas en mí y en mis sueños, sino para que creas en ti y en tus sueños y luches por ellos”: Clouthier
En muchas de las ocasiones en México nos quejamos de que no existen políticos de convicción, también nos quejamos de que no hemos tenido héroes, pero la realidad es otra, en esta tierra consagrada al reto y a la oportunidad de ser mejores, si han existido personas que han enarbolado su existencia y le han dado honor a esta tierra.
Manuel Clouthier el “Maquío” es una de esas personas que ya ocupan su lugar en el eterno oriente, pero que sin duda alguna nos dejó un legado de eternidad y un ejemplo a seguir. El ejemplo de que los seres humanos debemos ser guiados por los ideales y que debemos de entregarnos por completo a la esperanza de ser mejores en lo colectivo y buscar por encima de todo el bien común.
Clouthier fue un político aguerrido, le toco vivir en tiempos de mayor complejidad política, es decir en otro estado multifactorial en donde se palpaba aun la presencia de un partido que controlaba todo, que mantenía su hegemonía, sin embargo esto no fue en ningún momento una limitante para que él le abriera un boquete al sistema.
“Un gran número de mexicanos dejamos de llorar por el país que se frustró, el México que pude haber sido y no es, para ocuparnos en la construcción del México que por su historia, su cultura, sus recursos, su posición geográfica y su gente todavía puede y debe ser”: Clouthier.
Clouthier es un eslabón verdaderamente importante y fundamental en la democracia en México, su participación como candidato a la presidencial de la República logró despertar la inquietud de muchos mexicanos que eran herederos del hartazgo político, Clouthier tenía un discurso inspirador, era un hombre con un liderazgo natural, el cual motivaba e inspiraba, un hombre de palabras elocuentes pero también de acciones ejemplares.
En las elecciones de 1988 Clouthier obtuvo el 17 % de la votación y quedó en tercer lugar, un acto sin precedentes en la vida democrática de este país, el día de la elección el Secretario de Gobernación en aquel entonces Manuel Bartlett declaró que el sistema se había caído, ante el resultado Clouthier optó por la resistencia civil, hizo huelga de hambre, se manifestó en el Congreso de la Unión y del mismo modo le tocó enfrentarse con elementos de seguridad, en todo momento mostró carácter pero también respeto.
“Solo está derrotado aquel que ha dejado de luchar”: Clouthier
Después de dichas elecciones México cambió, en 1989 el Partido Acción Nacional ganó la primer gubernatura con Ernesto Ruffo Appel en Baja California, el país despertó a otro grado de conciencia, era más que evidente que la sociedad necesitaba a un ser humano con el valor para enfrentar al sistema hasta las últimas consecuencias, en la década de los 90´s el PAN comenzó a ganar más gubernaturas y en el año 2000 se consolidó la primer Presidencia de la República para este partido político.
Se dice que el Oráculo de Delfos tiene la justa medida del fin de los tiempos de cada uno, no sé si a Clouthier le faltó más tiempo de vida o no sé si le sobró vida en este tiempo, lo que si se es que fue un hombre de honor que se despidió con la vista puesta en el horizonte. El primero de octubre de 1989 en un trágico accidente perdió la vida y consolidó su trascendencia en este plano existencial.
En estos tiempos en donde los políticos optan por la huida y el abandono, en estos tiempos en donde los políticos buscan más el proyecto personal que el proyecto de doctrina, en estos tiempos en donde las palabras hacen ruido pero no eco, en esto tiempos donde la credulidad se diluye, es menester recordar al gran Manuel Clouthier, larga vida al “MAQUÍO”.